Andy Coghlan y Debora MacKenzie
En el gráfico se encuentran las 1.318 corporaciones transnacionales que
forman el núcleo de la economía. Compañías superconectadas están en rojo,
compañías muy conectadas en amarillo. El tamaño del punto representa el
ingreso. (Imagen: PLoS One)
Mientras las protestas
contra el poder financiero se extienden por el mundo esta semana, la ciencia
parece haber confirmado los peores temores de los manifestantes. Un análisis de
las relaciones entre 43.000 corporaciones transnacionales ha identificado el
grupo relativamente pequeño de compañías, en su mayoría bancos, con un poder
desproporcionado sobre la economía global.
Las hipótesis del estudio
han atraído algunas críticas, pero analistas de sistemas complejos contactados
por New Scientist dicen que es un esfuerzo singular por desenmarañar
el control sobre la economía global. Si se llevara más lejos el análisis,
dicen, sería posible identificar maneras de lograr que el capitalismo global
sea más estable.
La idea de que unos pocos
banqueros controlen un gran trozo de la economía global podrá parecer algo
nuevo para el movimiento Ocupad Wall Street de Nueva York y los manifestantes
en otros sitios. Pero el estudio, hecho por un trío de teóricos de sistemas
complejos en el Instituto Federal de Tecnología suizo en Zúrich, es el primero
que va más allá de la ideología para identificar empíricamente una semejante
red de poder. Combina la matemática utilizada desde hace tiempo para modelar
sistemas naturales con datos corporativos exhaustivos para catalogar la propiedad
entre las corporaciones transnacionales del mundo (TNCs, por sus siglas en
inglés).
“La realidad es muy compleja, debemos separarnos del dogma, sean
teorías de la conspiración o libre mercado”, dice James Glattfelder. “Nuestro análisis se basa en la realidad”.
Estudios anteriores han
establecido que unas pocas TNCs poseen grandes segmentos de la economía global,
pero incluían solo una cantidad limitada de compañías y omitían propiedades
indirectas, por lo cual no podían decir de qué manera esto afecta a la economía
global, si la hace más o menos estable, por ejemplo.
El equipo de Zúrich puede
hacerlo. De Orbis, 2007, una base de datos que enumera 37 millones de compañías
e inversionistas de todo el mundo, extrajo todas las 43.060 TNCs y las propiedades
de acciones que las vinculan. Luego construyó un modelo de qué compañías
controlaban a otras mediante redes de propiedad de acciones, combinado con los
ingresos operativos de cada compañía, para representar la estructura del poder
económico.
El trabajo, que será
publicado en PLoS One, reveló un núcleo de 1.318 compañías con propiedades
entrelazadas (vea imagen). Cada una de las 1.318 tenía vínculos con dos o más
compañías diferentes, y en promedio estaban conectadas con 20. Lo que es más,
aunque representaban un 20% de los ingresos operativos globales, las 1.318
parecían ser dueñas colectivamente a través de sus acciones de la mayoría de
las grandes firmas más rentables y manufactureras del mundo –la economía
“real”– que representa otro 60% de los ingresos globales.
Cuando el equipo
desenmarañó aun más la red de propiedad, descubrió que gran parte provenía de
una “súper-entidad” de 147 compañías aún más estrechamente entrelazadas –toda
su propiedad en manos de otros miembros de la super-entidad- que controlan un
40% de la riqueza total de la red. “En efecto, menos de 1% de las compañías era
capaz de controlar un 40% de toda la red”, dice Glattfelder. En su mayoría eran
instituciones financieras. Las 20 superiores incluyen a Barclays Bank, JPMorgan
Chase & Co, y The Goldman Sachs Group.
John Driffill de la
Universidad de Londres, experto en macroeconomía, dice que el valor del
análisis no consiste solo en ver si un pequeño grupo de personas controla la
economía global, sino más bien su perspectiva sobre la estabilidad económica.
La concentración del
poder no es buena o mala en sí, dice el equipo de Zúrich, pero las estrechas
interconexiones del núcleo podrían serlo. Como el mundo vio en 2008, tales
redes son inestables. “Si una [compañía] sufre problemas”, dice Glattfelder,
“eso se propaga”.
“Es desconcertante ver
hasta qué punto las cosas están conectadas”, aprueba George Sugihara de la
Scripps Institution of Oceanography en La Jolla, California, experto en
sistemas complejos que ha asesorado al Deutsche Bank.
Yaneer Bar-Yam, jefe del
New England Complex Systems Institute (NECSI), advierte de que el análisis
asume que la propiedad equivale a control, lo que no es siempre cierto. Muchas
de las acciones de las compañías están en manos de administradores de fondos
que pueden o no controlar lo que hacen en realidad las compañías que poseen
parcialmente. El impacto de esto en la conducta del sistema, dice, requiere más
análisis.
Crucialmente, al
identificar la arquitectura del poder económico global, los analistas podrían
ayudar a hacerlo más estable. Al descubrir los aspectos vulnerables del
sistema, los economistas pueden sugerir medidas para evitar que futuros
colapsos se propaguen por toda la economía. Glattfelder dice que podríamos
necesitar reglas anti-trust globales, que ahora existen solo a nivel nacional,
para limitar la sobre-conexión entre TNCs. Sugihara dice que el análisis
sugiere una posible solución: las firmas podrían ser gravadas por excesivas
interconectividad para disminuir ese riesgo.
Una cosa no es compatible
con algunas de las afirmaciones de los manifestantes: es poco probable que la
super-entidad sea el resultado intencional de una conspiración para gobernar el
mundo. “Semejantes estructuras son de naturaleza común”, dice Sugihara.
Los recién llegados a
cualquier red se conectan preferencialmente a miembros altamente conectados.
Las TNCs compran acciones las unas de las otras por motivos empresariales, no
por dominar el mundo. Si la capacidad de ser conectado aglomera, lo mismo
sucede con la riqueza, dice Dan Braha de NECSI: en modelos similares, el dinero
fluye hacia los miembros con mayores conexiones. El estudio de Zúrich, dice
Sugihara, “constituye una fuerte evidencia de que las reglas simples que rigen
a las TNCs conducen espontáneamente a grupos altamente conectados”. O como dice
Braha: “la afirmación de Ocupad Wall Street de que 1% de la gente tiene la
mayor parte de la riqueza refleja una fase lógica de la auto-organización de la
economía”.
Por lo tanto, es posible
que la super-entidad no sea el resultado de una conspiración. La verdadera
pregunta, dice el equipo de Zúrich, es si puede ejercer un poder político
concertado. Driffil piensa que 147 son demasiados para sustentar una colusión.
Braha sospecha que competirán en el mercado pero actuarán juntas por intereses
comunes. La resistencia a cambios a la estructura de la red puede ser un
semejante interés común.
Las máximas 50 de las 147
compañías súper-conectadas:
1. Barclays plc
2. Capital Group Companies Inc
3. FMR Corporation
4. AXA
5. State Street Corporation
6. JP Morgan Chase & Co
7. Legal & General Group plc
8. Vanguard Group Inc
9. UBS AG
10. Merrill Lynch & Co Inc
11. Wellington Management Co LLP
12. Deutsche Bank AG
13. Franklin Resources Inc
14. Credit Suisse Group
15. Walton Enterprises LLC
16. Bank of New York Mellon Corp
17. Natixis
18. Goldman Sachs Group Inc
19. T Rowe Price Group Inc
20. Legg Mason Inc
21. Morgan Stanley
22. Mitsubishi UFJ Financial Group Inc
23. Northern Trust Corporation
24. Société Générale
25. Bank of America Corporation
26. Lloyds TSB Group plc
27. Invesco plc
28. Allianz SE 29. TIAA
30. Old Mutual Public Limited Company
31. Aviva plc
32. Schroders plc
33. Dodge & Cox
34. Lehman Brothers Holdings Inc*
35. Sun Life Financial Inc
36. Standard Life plc
37. CNCE
38. Nomura Holdings Inc
39. The Depository Trust Company
40. Massachusetts Mutual Life Insurance
41. ING Groep NV
42. Brandes Investment Partners LP
43. Unicredito Italiano SPA
44. Deposit Insurance Corporation of Japan
45. Vereniging Aegon
46. BNP Paribas
47. Affiliated Managers Group Inc
48. Resona Holdings Inc
49. Capital Group International Inc
50. China Petrochemical Group Company
2. Capital Group Companies Inc
3. FMR Corporation
4. AXA
5. State Street Corporation
6. JP Morgan Chase & Co
7. Legal & General Group plc
8. Vanguard Group Inc
9. UBS AG
10. Merrill Lynch & Co Inc
11. Wellington Management Co LLP
12. Deutsche Bank AG
13. Franklin Resources Inc
14. Credit Suisse Group
15. Walton Enterprises LLC
16. Bank of New York Mellon Corp
17. Natixis
18. Goldman Sachs Group Inc
19. T Rowe Price Group Inc
20. Legg Mason Inc
21. Morgan Stanley
22. Mitsubishi UFJ Financial Group Inc
23. Northern Trust Corporation
24. Société Générale
25. Bank of America Corporation
26. Lloyds TSB Group plc
27. Invesco plc
28. Allianz SE 29. TIAA
30. Old Mutual Public Limited Company
31. Aviva plc
32. Schroders plc
33. Dodge & Cox
34. Lehman Brothers Holdings Inc*
35. Sun Life Financial Inc
36. Standard Life plc
37. CNCE
38. Nomura Holdings Inc
39. The Depository Trust Company
40. Massachusetts Mutual Life Insurance
41. ING Groep NV
42. Brandes Investment Partners LP
43. Unicredito Italiano SPA
44. Deposit Insurance Corporation of Japan
45. Vereniging Aegon
46. BNP Paribas
47. Affiliated Managers Group Inc
48. Resona Holdings Inc
49. Capital Group International Inc
50. China Petrochemical Group Company
Lehman Bros. todavía existía en la base de datos
de 2007 utilizada.
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Fuente: http://www.newscientist.com/article/mg21228354.500-revealed--the-capitalist-network-that-runs-the-world.html
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Fuente: http://www.newscientist.com/article/mg21228354.500-revealed--the-capitalist-network-that-runs-the-world.html