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Parque Natural da Serra de São Mamede |
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Especial
para Gramscimanía
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Una nueva forma de agresión al medio ambiente
proviene de los cercamientos de fincas privadas por medio de mallas de alambre.
Miguel Manzanera Salavert
Una nueva asociación
ciudadana ha nacido en el Alentejo, con el objetivo de actuar en defensa del
Parque Natural de la Sierra de San Mamés. Se trata de una zona con gran valor
ecológico, que abarca más de 55.000 has., situada entre los municipios
portugueses de Marvão, Portalegre, Castelo de Vide y Arronches. La asociación
con más de 120 miembros se llama ‘S.O.S. São Mamede’, y se ha constituido para
promover el desarrollo sostenible. La ocasión para asociarse ha venido por la
instalación de decenas de kilómetros de malla de alambre, para impedir el paso
a las propiedades privadas, y que atraviesan el Parque en varios lugares
fragmentando el territorio y el ecosistema. Las mallas de alambre tienen una
altura entre 2 y 2,5 metros, sujetas por postes de metal hincadas en
cemento o en la roca del granito, y están coronadas por alambre de espino.
El interés de este Parque
Natural reside en situarse en una zona límite entre el clima atlántico del
noroeste peninsular y el mediterráneo del sur, por lo que se genera un biotopo
con elementos mezclados de ambos ecosistemas: encinas y alcornoques, por un
lado, robles y castaños, por otro. Hay por eso una gran variedad de especies y
sobre todo contiene un gran interés ornitológico. Se espera también que el lobo
ibérico, que se encuentra en fase de recuperación pueda llegar hasta aquí
próximamente. La construcción de esa barrera artificial en medio del Parque
natural constituye un peligro evidente para la fauna del lugar.
Con la construcción de la
valla referida se produce una triple agresión: paisajística, ambiental y
también social, pues los habitantes de la comarca se han visto afectadas por
tener que abandonar el uso tradicional del territorio como zona de pastos o de
recreo. Caminos y vías de agua han sido cortados por la nueva barrera y los
propietarios de terrenos en esa comarca se verán afectados por la
desvalorización de los terrenos, a consecuencia de la construcción de la valla.
Se debe subrayar que se ha hecho un gasto de mucho dinero en una inversión
dudosa, cuya finalidad no está nada clara. La obra ha sido realizada por una
empresa privada que afirma tener intenciones de impulsar el desarrollo
turístico de la zona, pero los socios de SOS São Mamede apoyados por la
organización ecologista portuguesa Quercus, no están convencidos de que esa
razón explique satisfactoriamente los hechos.
Preguntado el concejal de
turismo y desarrollo sostenible del municipio de Marvão, éste afirmó que no
existe ley alguna que pueda impedir a la empresa, actuar como le parezca mejor
para conseguir sus fines. Si bien reconoció que las inversiones de capital y la
creación de empleo, le parecen beneficiosas para el desarrollo regional, de
modo que no se tomó ninguna medida al respecto.
Se ha podido observar que
también en otros lugares de las comarcas y regiones fronterizas con Portugal,
se repiten este tipo de agresiones al medio ambiente por parte de propietarios
que cierran terrenos con mallas de alambre. Por ejemplo, el Parque Natural del
Castillo de Noudar en Barrancos de carácter privado, está rodeado de una valla
con las mismas características. Y recientemente la sierra del Castelar,
enfrente de Zafra, ha sufrido la construcción de una valla similar de varios
kilómetros, que atraviesa el monte a lo largo del ‘Camino colorado’, separándolo
de la zona campestre.
No se entiende la
finalidad de este tipo de actuaciones, y desde Ecologistas en Acción de Tierra
de Barros apoyamos a nuestros amigos portugueses en sus protestas contra los
caprichos de los propietarios privados.