
Marco Antonio Moreno
Mientras la economía
europea lucha para no sumergirse en el abismo y Estados Unidos se esfuerza en
dar credibilidad a su nuevo plan de rescate que esta vez estará
enfocado a la creación de empleo, el inminente estallido de la burbuja
inmobiliaria en China amenaza con eclipsar a todas las otras burbujas
inmobiliarias. El reporte de Al Jazeera es elocuente en mostrar las ciudades
fantasmas que han proliferado en el gigante asiático, al igual que
en Estados Unidos y Europa.
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China ha crecido a tasas
de dos dígitos desde los años 80, emergiendo como nueva potencia mundial. Esto
le ha permitido acumular más de 2 billones de dólares en reservas producto de
su desarrollo manufacturero, que es el motor de sus exportaciones. Pero como ha
sido una de las características del modelo económico del globalismo, gran parte
de esa riqueza queda en manos de los más ricos, quienes se siguen enriqueciendo
mientras la gran mayoría se empobrece. El crecimiento
espectacular del país ha sido abiertamente desigual y ha incrementado
fuertemente la oferta de vivienda, que están cada día más lejos del alcance de
la gran mayoría de chinos. De acuerdo a GoBankingRates, existen
64 millones de apartamentos que aún no encuentran compradores, una suma que
supera largamente a las burbujas inmobiliarias de Europa y Estados Unidos
juntas.
La especulación inmobiliaria del gigante asiático llevó a los precios a subir un 140% desde 2007 y en la ciudad de Beijing los precios se han incrementado hasta un 800% en los últimos 8 años. Esto llevó al gobierno chino a imponer requisitos más estrictos para acceder a los préstamos bancarios, así como elevar las tasas de interés para amortiguar la especulación. Además, como señalamos en su momento, el gobierno chino suspendió los préstamos hipotecarios a aquellas personas que ya tuvieran vivienda, y los limitó para aquellas personas que tuvieran un ingreso acorde y estuvieran al día en los impuestos. Estas medidas frenaron la compra de nuevas viviendas y el resultado es un exceso de oferta que amenaza con paralizar al sector de la construcción.
La especulación inmobiliaria del gigante asiático llevó a los precios a subir un 140% desde 2007 y en la ciudad de Beijing los precios se han incrementado hasta un 800% en los últimos 8 años. Esto llevó al gobierno chino a imponer requisitos más estrictos para acceder a los préstamos bancarios, así como elevar las tasas de interés para amortiguar la especulación. Además, como señalamos en su momento, el gobierno chino suspendió los préstamos hipotecarios a aquellas personas que ya tuvieran vivienda, y los limitó para aquellas personas que tuvieran un ingreso acorde y estuvieran al día en los impuestos. Estas medidas frenaron la compra de nuevas viviendas y el resultado es un exceso de oferta que amenaza con paralizar al sector de la construcción.
Sin embargo, como los
gobiernos locales siguen dependiendo de las ventas de tierras y de los
impuestos a los bienes raíces, éstos aceptan las presiones de los promotores
inmobiliarios para continuar el negocio. Los promotores han acumulado
suficiente riqueza para manejar a la banca y a los gobiernos locales, y ni a la
banca ni a los gobiernos locales les molesta transgredir la ley. Al igual que
en occidente, todos se han hecho fuertemente dependientes y adictos a los
préstamos, y requieren generar deuda para mantener el sistema a flote… durante
el mayor tiempo posible.
Nota de Omar Montilla
Ordos, ciudad fantasma / Pretendía ser el hogar
para cerca de un millón de personas pero, transcurridos ya varios años desde
que se inició su construcción, la ciudad de Ordos es una ciudad fantasma, casi
vacía. Inaugurada en febrero del 2001, se desarrolló en una franja de desierto
inhabitado a lo largo del río Amarillo, con el incentivo de la boyante economía
china de los últimos años y una importante inyección de capital público y
privado.
Además de viviendas dirigidas
principalmente a la nueva clase media china, la ciudad cuenta con bloques de
oficinas, centros administrativos, edificios gubernamentales, museos, teatros y
campos deportivos. La densidad de
población de la ciudad es de 17,8 personas/Km2. Madrid tiene 5.208,6.
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Ciudad de Ordos |
La renta per capita de sus habitantes es una de
las más elevadas de China: US$ 14.500. La de Pekín, el año 2010, apenas
superaba los US$ 10.000. La razón principal por la que Ordos no toma vida es ademas un
problema de planificación: esta nueva ciudad se encuentra a 25 kilómetros de la
ya existente, lo que ha desanimado a la gente a trasladarse. Y aunque un
funcionario del gobierno pueda trabajar allí, su familia encuentra pocas
razones para mover su hogar.
De esta forma se entra en
un temible círculo vicioso: si no hay habitantes, no hay comercios, y si no hay
comercios, no hay habitantes. Es natural.
¿Y por qué se ha construido la nueva ciudad a esa distancia de la vieja?
¿No hubiera sido mejor levantarla al lado? Pues posiblemente sí, pero es que el
casco viejo sufre un problema bastante serio de abastecimiento de agua, lo que
no sucede en la nueva, pero, por lo que se vé, no ha servido de aliciente.