
Para Stratfor, la
principal agencia de análisis geopolíticos de EEUU, la OTAN y sus medios suelen
querer hacer creer una serie de informaciones que después terminan siendo
erradas.
Tras los levantamientos
populares que tumbaron a las dictaduras de Túnez y Egipto la prensa occidental
aseguraba que éstas producirían la caída del ‘tirano’ que está al medio de
ambas naciones. Luego ésta dijo que la OTAN evitaría que los aviones libios pudiesen
sobrevolar las zonas más pobladas de su propia república aduciendo que así
protegerían a civiles inocentes y podrían conllevar a que Gadafi capitulase.
No obstante, apenas la
OTAN inició su zona de no vuelo, Francia bombardeó a los gadafistas, Gadafi
sigue resistiendo y la ‘rebelión’ libia
financiada, armada y entrenada por la OTAN viene cometiendo atrocidades contra
los civiles (una de éstas es el hallazgo de decenas de personas, muchos de
ellos negros, que fueron sacadas de un hospital de Trípoli para ser torturados
o asesinados).
Después la OTAN pensó que
al bombardear las bases de Gadafi iba a lograr desintegrar o desmoralizar a su
ejército. Empero, aún sin aviones,
barcos y control sobre la capital, él sigue mostrando que sus efectivos, a pesar
de 6 meses de haberse enfrentado a la OTAN y haber pedido el control de las
principales urbes, están muy motivados y
preparados mientras que en sus huestes no se han presentado deserciones
masivas. Varios medios pro-OTAN
llegaron a decir que el 95% de Libia y de su capital estaban en manos rebeldes,
las mismas que en un solo día capturaron a los 3 hijos mayores de Gadafi, por
lo que en 48 ó 72 horas finalmente el régimen se acabaría. Ese plazo ya ha
pasado hace una semana, ninguno de los familiares de Gadafi ha sido capturado y
las calles de Trípoli siguen siendo escenas de combate, mientras que la OTAN
aún no doblega varias ciudades como Sirte o Sabba.
Se dice que Gadafi está “escondido
pero combatiendo” y no indefenso (como Hussein tras la captura de Iraq).
![]() |
Los "rebeldes de la OTAN" ahora matan y torturan a los negros |
Lo que empezó como una
rebelión popular pro-democracia contra el déspota Gadafi, viene convirtiéndose
en algo que podría ser un nuevo Afganistán. Si antes se veía mujeres en las
marchas de Bengasi denunciando violaciones por parte de los gadafistas, hoy
casi no se a ninguna libia en las manifestaciones de los rebeldes (en las que,
sin embargo, si se ven niños varones).
Los negros que son la
mayoría del continente que antes se llamaba Libia y que dentro de este país
ocupaban los peores empleos, hoy solo aparecen en las fotos de los aliados de
la OTAN como prisioneros o como cadáveres.
Mientras en las capitales
de Egipto o Túnez cientos de miles salieron a las calles contra sus autócratas,
en Trípoli pocos han ido a recibir a los ‘rebeldes’.
Todos los líderes de la
insurgencia libia son ex funcionarios de Gadafi que usan como sus banderas a
las de la depuesta monarquía absoluta libia pre-1969 o a la de Qatar, una de
las más duras autocracias del Islam.