El Antonov AN-2 “Annushka”
es el mayor biplano monomotor jamás construido (todo parece ser lo más grande
en Antonov) y uno de los aviones más robustos y fiables. Desde su aparición (fue el primer diseño de
Antonov) en 1947 se calcula que se han fabricado más de 18.000 unidades que han
sido usadas como transporte ligero, lanzador de paracaidistas, trabajos agrícolas
y casi cualquier otra función gracias a sus capacidades que le permiten operar
en todo tipo de terrenos y situaciones. Por ejemplo, incluye su propia bomba de
combustible que le permite repostar directamente de bidones.
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Ver Infografía sobre el AN-2 |
Una de sus
características más destacadas, la operación a baja velocidad, viene en parte
dada por el original -en su época- sistema de slats automáticos que se extienden mediante muelles sin ningún tipo
de operación que hacen que, de facto, no exista una velocidad de entrada en
pérdida.
De hecho, en el manual
del piloto hay una curiosa anotación: “Si
el motor se para en vuelo instrumental (vuelo a ciegas donde no se puede ver
tierra) o durante vuelo nocturno, el piloto deberá tirar totalmente de la
palanca de mando hacia popa y mantener el nivel de alas. Los slats se
desplegaran a la velocidad de 64 km/h (40 mph), y cuando el avión reduzca su
velocidad a 40 km/h (25 mph) este descenderá a una velocidad similar a la de un
descenso en paracaídas hasta que toque tierra.”
Según los pilotos de este
aparato, el AN-2 puede mantenerse en vuelo bajo control a velocidades tan bajas
como 30mph (unos 25 nudos) lo que quiere decir que si le enfrentas directamente
a un viento de 40 mph., el avión volará (bajo control) hacia atrás a 10 mph.