Nicolás González Varela
Especial para Gramscimanía
Especial para Gramscimanía
“Por oscuras y cuestionables que parezcan muchas cosas, cada vez siento en mayor medida que estamos introduciéndonos en una nueva realidad y que se ha terminado toda una época obsoleta. Todo depende de si sabemos prepararle a la Filosofía un punto de ataque justo y si contribuimos a ayudarle en esta tarea.” (Carta de Heidegger a Karl Jaspers, 3 de abril, 1933)
¿Heidegger un nazi típico? ¿Heidegger como Platón en Syracusa? El filósofo Karl Jaspers recordaba en sus memorias parciales Notizen la siguiente anécdota: “En mayo de 1933… le dije: ¿Cómo puede gobernar a Alemania un hombre inculto como Hitler? ‘La educación es algo totalmente indiferente’ (ist ganz gleichgültig)–, me respondió Heidegger: ‘¡Vea usted sus maravillosas manos!’”. Son bien conocidas y documentadas las relaciones íntimas, las afinidades profundas entre el filósofo y el nacionalsocialismo. Sin embargo tanto él como sus hagiógrafos y los heideggeriannes en general, así como el Mainstream académico, han tratado de negar, obturar o minimizar los rastros de este compromiso político que cuestiona el núcleo de su analítica existencial y de la dimensión ética de su filosofía.