Federico León
El pasado 20 de junio Juan Manuel Santos Calderón resultó electo en segunda vuelta como presidente de Colombia para el período 2010-2014. Santos es hijo de una de las familias más representativas de nuestra oligarquía, con una importante influencia en los medios masivos de comunicación a través de la Casa Editorial El Tiempo1. Su tío abuelo era el presidente Eduardo Santos Montejo y es primo del actual vicepresidente de la República Francisco Santos Calderón.
Si bien la votación obtenida por Santos es la más alta obtenida por un candidato a la presidencia de Colombia (9.004.221 votos) representa sólo al 30% de los colombianos registrados para votar (29.983.279 sufragantes). Permanecen, por supuesto, las sospechas de fraude y compra de votos expresadas en un artículo anterior2. Pero además la cifra de abstención del 55.5%, superior a la de 1a vuelta, es un claro ejemplo de que la mayoría de colombianos no tiene esperanza alguna en que su voto pueda ser un factor de cambio para la realidad política del país.