
Jon Juanma (Jon E. Illescas Martínez)
Introducción
En su configuración geofísica, la reciente república es un país casi exclusivamente montañoso situado en el Himalaya. De norte a sur nos encontramos con el Alto Himalaya, donde más de 250 cumbres sobrepasan los
Geográficamente, Nepal se halla cercado por dos gigantes: China e India. En el norte también limita con la región autónoma china de Xizang donde se halla parte del “Tibet histórico”, lo que también condiciona sus relaciones con China. Pero siempre ha sido el país sagrado del hinduismo (India) quien ha codirigido y/u observado más de cerca el decurso de su política. Esta religión también ha influido poderosamente en la cultura nepalesa debido a que hasta hace sólo dos años era el único Estado confesional con esta religión en el mundo 12.
La dependencia histórica del Nepal empobrecido respecto a la India es tal que, en materia económica, cabe destacar que en 1993 la rupia nepalesa pasó a ser fijada en relación a la rupia india en razón de
Nepal ha sido escenario de violencia, revueltas e inestabilidad social desde los últimos 60 años, cuando comenzó la insurrección popular contra
Respecto al nivel educativo, la población nepalesa tiene una tasa de analfabetismo en adultos del 51, 4% y una población bajo el umbral de la pobreza que alcanzó durante el período comprendido entre 1990 y 2004, el 30,9 % (atendiendo al umbral que marcaba la monarquía del rey Gyanendra, ya que todo nos indica que fueron muchos más, porque la población que ganaba menos de 2 dólares al día se hallaba durante ese mismo período en el 68,5 %, o sea, más de dos de cada tres nepaleses) (Ibíd., 248). Los datos de desigualdad más actuales nos indican que Nepal tiene un coeficiente Gini del 47,2 en 2004 según el PNUD (Ibíd., 285), que el 20% más rico multiplica por 9,1 veces lo que tiene el 20% más pobre de la población, y peor aún, que el 10% más rico tiene 15,8 veces más que el 10% más pobre. Si bien es un país con una desigualdad importante parecida a Estados Unidos (45) o China (47), no llega a casos tan extremos como Guatemala (55,1), Bolivia (59,2), Sudáfrica (65) o Namibia (70,7) (CIA, 2009). 17 Pero esta desigualdad resulta más hiriente y devastadora para la población nepalesa por el hecho de ser, en su conjunto, un país terriblemente pobre (el número 104 según su PIB atendiendo a la clasificación del World Factbook) (Ibíd., 2009).
En este breve ensayo, intentaré demostrar cómo la insultante pobreza y desigualdad que sufre Nepal entre su élite económica y las clases populares, más su interdependencia al sistema-mundial capitalista y la sombra que proyectan sobre su territorio los dos colosos que la circundan (India y China) junto a la mirada vigilante de EEUU como primer imperio global (todavía), han sido las verdaderas culpables del escenario de violencia constante que ha golpeado a su sociedad hasta nuestro días. A su vez, trataré de esbozar escenarios de futuro atendiendo a los actores que participan del teatro político nepalés, junto a los principales riesgos que afronta a la hora de alcanzar la paz verdadera (lo que Prachanda, actual presidente comunista, denomina “la conclusión lógica”). Todo ello delimitado transversalmente por la constante relación entre dos vectores llamados “violencia” y “desigualdad”. Observaremos cómo en una sociedad tan desigual como la nepalesa golpeada por una violencia estructural tan fuerte (de clase, de casta, de género, de etnia, religiosa y la histórica imperialista de centro-periferia), es imposible que no exista una reacción de violencia directa, y si la estructura injusta persiste, también cultural. Todo ello teniendo muy presente el bajo nivel democrático que ha permitido la superestructura política nepalesa todos estos años, que hacía muy difícil, sino imposible, la resolución pacífica de los problemas estructurales. Análisis que realizaré sin olvidar la mirada “a vista de pájaro”, en un marco global de creciente polarización social que el sistema-mundo capitalista está ejerciendo en su actual fase neoliberal, tanto entre ciudadanos de un mismo país, como entre los más ricos y los más pobres de países distintos “en bruto”.
En el capítulo final, realizaré dos reflexiones sobre la realidad nepalesa, extensibles a otras sociedades similares en situación de pobreza y explotación. La primera girará en torno a la posibilidad o imposibilidad de conseguir la paz verdadera 18 sin métodos violentos dentro de la democracia burguesa en un país dependiente de la periferia; la segunda, lo hará sobre las carencias políticas de la teoría marxista de
Sin mayor demora, espero que el presente trabajo sea capaz de producir interés y reflexión en sus futuros lectores. Sobre todo entre las personas que honestamente desean cambiar este maltrecho mundo desde una óptica de profundización de la justicia social y eliminación paulatina de toda explotación. Si una vez acabada la lectura, el receptor tiene esta experiencia; el emisor estará de sobra agradecido y feliz por el esfuerzo dedicado.
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